Según indicó Vieites a Servimedia, sólo en Cantabria y País Vasco hay cerca de 60 empresas dedicadas en exclusiva a la conserva de filetes de anchoa en aceite, donde trabajan unas 1.800 personas, que tendrán que cerrar si no se aumenta el cupo de importación de 2.000 toneladas, que el 15 de enero ya se había agotado.

Para la industria, la decisión de Agricultura y la UE de ordenar un paro biológico de 45 días en la pesca de anchoa tiene "un impacto tremendo". En una de las dos actividades conserveras en torno a esta especie, la anchoa en salazón, la temporada ya está perdida, según Vieites.

Sólo queda la posibilidad de salvar la conserva de filetes de anchoa en aceite mediante la importación de Argentina y otros países de anchoa en salazón para poder transformar el filete después.

Anfaco espera "que la Administración española tome una decisión, no solamente a favor de la flota y los pescadores, sino también a favor de la industria, que se ha quedado totalmente sin poder trabajar por una decisión unilateral que se ha tomado entre las administraciones y las propias cofradías, y ahora a ver qué pasa con los trabajadores de esta industria".