José Borrell afirmó hoy en Palma de Mallorca que "la operación contempla el trasvase de siete a diez hectómetros cúbicos cada año", a partir del próximo otoño, y se realizará por barco.

El ministro ultimó los detalles del decreto junto a los consejeros de Obras Públicas y de Turiso del Gobierno balear, con quienes se entrevistó esta mañana en la sede del Ejecutivo autonómo en Palma.

El objetivo del trasvase, que suscitó la oposición de diversas organizaciones agrícolas de la comarca del Bajo Ebro, es garantizar el abastecimiento de agua a las poblaciones de Palma y Calviá durante un periodo de tres años "hasta que empiecen a funcionar las dos plantas desaladoras cuya construcción ha comenzado", explicó el ministro.

El transporte del agua se realizará mediante buques cistena que recogerán el agua en el puerto de Tarragona y la descargarán en el de Palma. Un buque de apoyo distribuirá el agua a través de una compleja red de tuberías que conectarán con la red general de abastecimiento tanto de Palma como de Calviá.

El consejero de Obras Públicas, Bartomeu Reus, confirmó que el coste de la operación será de 1.400 millones de pesetas, que se cubrirá a medias entre las administraciones central y autonómica, a lo que habrá que añadir el coste de los fletes.

En este sentdo, Reus explicó que "se están ultimando las negociaciones con doce compañías navieras, de las treinta que se interesaron por el proyecto".

El decreto ley que aprobará el viernes el Consejo de Ministros establece que el servicio deberá ser prestado por una compañía naviera de bandera y tripulación española "para evitar males mayores en casos de conflictos laborales", señaló el consejero.

Asimismo, indicó que el recibo bimensual del agua subirá en 1.000 pesetas, por lo que superará las 5.000 pesets por unidad familiar.

Los representantes del Gobierno balear solicitaron al ministro que medie ante la Generalitat catalana para "apaciguar los ánimos de los regantes tarraconenses contrarios a este trasvase".