Esta demanda figura en el documento "La urgencia de un nuevo modelo productivo para España", hecho público hoy, que señala que "dada la gravedad de la situación actual y de las perspectivas futuras, es urgente diseñar con claridad una hoja de ruta coherente para nuestra industria".

Por ello, el Consejo General de Economistas de España apuesta por un cambio "radical" en la política industrial "que suponga una profunda renovación y se rija por un nuevo enfoque"

De acuerdo con sus previsiones, en 2015 la industria en España debería aportar, como mínimo, el 21% del PIB, en línea con la media comunitaria y superar el 18% actual.

"Dicha hoja de ruta debe trazar una estrategia de largo plazo que ponga el énfasis sobre unos factores de crecimiento sólidos, que dinamicen aspectos estructurales y que rechacen el crecimiento a cualquier precio, y, sobre todo, que apuesten por el inicio sin más dilación de actuaciones concretas e imaginativas", propone la organización de economistas.

En este sentido, consideran que el déficit comercial exterior o los procesos de deslocalización son un "fiel" reflejo de la realidad a la que se enfrente la industria española y ponen de relieve las "dificultades" que tiene la estructura industrial española para afrontar con éxito estos nuevos retos.

"Somos conscientes de que la economía española se encuentra inmersa en una fase de fuerte crecimiento que ya dura 11 años. Sin embargo, dicha expansión se basa en un modelo cortoplacista, cuyo eje central es la presión de la demanda interna, especialmente escorada hacia la construcción", señala el documento.

Para el Consejo General de Economistas, el actual modelo de crecimiento español es "manifiestamente vulnerable" y no puede contribuir a sostener el crecimiento económico de España a medio plazo, "y mucho menos a mantener o incrementar nuestro nivel de vida".