Según el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España -------------------------------------------------------------
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El coste de la siniestralidad en el sector de la construcción asciende anualmente a 200.000 millones de pesetas, cantidad similar a los beneficios de todas las constructoras españolas, según aseguró hoy en rueda de prensa José Antonio Otero, presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España.
Otero, que hizo hincapié en lo rentable que es invertir en seguridad, señaló que la falta de seguridad en este sector supone un gasto equivalente al 4 por ciento e las obras que se construyen. En su opinión, una reducción del 50 por ciento en el número de accidentes en la construcción permitiría un ahorro anual próximo a los 100.000 millones de pesetas.
De acuerdo con los datos de la Mutua de Seguros para Aparejadores y Arquitectos Técnicos a Prima Fija, del total de siniestros que se registran anualmente en la construcción, tanto en edificios en obras como ya terminados, el 24,9 por ciento corresponde a humedades, el 15,03 a fallos estructurales, el 13,50 a dños a colindantes y terceros y el 5,99 por ciento a fallos del suelo.
Además, otro 5,42 por ciento son accidentes laborales, el 4,05 desprendimientos en fachadas, el 3,85 fallos en instalaciones, el 0,39 desprendimientos de tierras y el 26,98 por ciento restante obedece a otras causas.
En el caso de obras que se están construyendo, los daños a colindantes y terceros son los más frecuentes, al suponer el 45,84 por ciento de los siniestros totales, seguidos de los accidentes laborales (22,75 por cinto), mientras que en los edificios ya construidos las humedades son las deficiencias más habituales, ya que suponen el 31,22 de los siniestros, junto con los fallos estructurales (16,28 por ciento).
Para Otero, la mejora de la seguridad en la construcción exige el esfuerzo tanto de los trabajadores, que deben tener una formación profesional adecuada y saber autoprotegerse, como de los empresarios, que tienen que concienciarse de que invertir en evitar accidentes es rentable. A su juicio, también es rsponsabilidad de la Administración, a la que acusó de incumplir en muchos casos sus propios decretos en esta materia y de no vigilar el cumplimiento de la normativa.
Según Otero, los aparejadores y arquitectos técnicos pagan anualmente en primas de pólizas de seguros para hacer frente a los siniestros en las construcciones entre 8.000 y 10.000 millones de pesetas, sin que ello les suponga ningún tipo de beneficio.
CALIDAD DE LAS VIVIENDAS
El responsable del Consejo General de la Arquitectura Ténica de España dijo que la calidad de los acabados de las viviendas se ha mejorado, pero reconoció que "todavía no hemos logrado la calidad adecuada".
Otero aseguró que en España hay cerca de tres millones de viviendas construidas entre los años 1950 y 1960 que presentan deficiencias tan graves que hay que plantearse si compensa su rehabilitación. Resaltó que la "aluminosis" es el comienzo de un problema genérico de un parque de viviendas que se edificó durante esos años para resolver la gran falta deviviendas que había, sin pensar en ellas como un bien duradero.
A juicio de Otero, la producción de viviendas actual es insuficiente para atender a las demandas del mercado. Cifró en 138.000 viviendas al año las que serán necesarias para hacer frente a la creación de nuevas familias en el período 1991-95. A ellas hay que sumar otras 81.000 anuales para reponer el parque residencial existente.
En opinión de Otero, la política de vivienda no debe apostar por la construcción de grandes bloques en lo extrarradios de las ciudades, sino que pasa por rehabilitar viviendas ya existentes en los núcleos urbanos y poner otras en alquiler para satisfacer la demanda de los que cobran al mes entre 150.000 y 200.000 pesetas y no pueden acceder a la compra de una vivienda.
Otero considera que una oferta amplia de viviendas en alquiler a un precio asequible obligaría a que las desocupadas bajaran sus precios de venta o se destinasen para arrendar. Cristina Narbona, directora general de Vivienda, aseguró ayer n el Congreso que en España existen más de 20.000 viviendas vacías.
Finalmente, Otero criticó el bajo número de viviendas en alquiler existente en España, que, según los últimos estudios, se sitúa en el 18 o el 19 por ciento del parque total, porcentaje muy inferior al del resto de países de la CE.
(SERVIMEDIA)
16 Oct 1991
NLV