Según el Consejo General de Aparejadores y Arquitectos Técnicos ---------------------------------------------------------------
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El presidente del Consejo Genral de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, José Antonio Otero Cerezo, aseguró hoy que el 50 por ciento de las obras que realiza la Administración no cumplen el decreto que obliga a elaborar un plan de seguridad previo para los proyectos con un presupuesto superior a 100 millones de pesetas.
Otero Cerezo, que intervino hoy ante la Comisión de Trabajo del Senado, cifró en más de 400.000 millones de pesetas el coste anual de la siniestralidad en la construcción, cantidad similar a los beneficios declaraos por el conjunto de las constructoras.
El representante de los aparejadores y arquitectos técnicos insistió en la necesidad de actualizar y simplificar las normas sobre seguridad en la construcción "para que sean más cumplibles" y señaló que la administración debe ser la primera en acatar su propia legislación.
Otero Cerezo denunció que algunos ministerios limitan de antemano al 1 o el 1,5 por ciento el gasto de seguridad en el coste total de las obras públicas que realizan. A su juicio, ese gato debe depender de la obra y "no se puede limitar como si fuera una traba burocrática".
Asimismo, pidió al Gobierno que amplíe la exigencia de elaborar un plan de seguridad a todas las obras, ya que aseguró que el 70 por ciento de los accidentes ocurridos en la construcción, se registran en obras con un presupuesto inferior a 100 millones de pesetas.
NEGOCIO DE OPORTUNISTAS
También exigió a la administración que haga un control de la seguridad de las máquinas utilizadas en las obras y que profsionalice a los constructores.
A su juicio, uno de los principales problemas del sector es que "cualquier persona puede hacerse constructor sin más requisito que darse de alta en la licencia fiscal, aunque se crea que el yeso es verde".
Agregó que, "mientras la construcción sea un negocio de advenedizos y oportunistas que se meten a construir pensando en beneficios fáciles, no se profesionalizará el sector".
Otero insistió en que la reducción de la siniestralidad exige la colaboración de tods los implicados, y no sólo de la administración, por lo que pidió a los sindicatos que responsabilicen a los trabajadores y no hagan "demagogia con los muertos", ya que con ello no reducen el número de accidentes.
Respecto a las empresas, dijo que es necesario convercerlas de que es rentable hacer seguridad, así como que mejoren la formación de los constructores, cuadros y trabajadores, establezcan ritmos de trabajo más adecuados, evitando la subcontratación en cascada, y controlen el estado de la mauinaria.
Según el presidente del Consejo General de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, el 63 por ciento de los accidentes mortales en la construcción tienen su origen en decisiones adoptadas antes de iniciarse las obras.
Otero criticó también la escasa participación de los aparejadores y arquitectos técnicos en la elaboración de las normas sobre seguridad y pidió su incorporación a las negociaciones que mantienen Administración, empresarios y sindicatos, porque "sabemos más sobre lo que hay quehacer para mejorar la seguridad en la construcción".
Por su parte, Jaime Duró, presidente del Consejo Superio de Colegios de Arquitectos, que también participó en la Comisión de Trabajo del Senado, coincidió con Otero en criticar la escasa participación de este colectivo en la toma de decisiones sobre seguridad en las obras.
Destacó también la falta de tecnificación de los contructores, especialmente en las pequeñas empresas y afirmó que "la seguridad en las obras pasa en gran medida por la prepaación técnica del constructor". Coincidió en la necesidad de ampliar la exigencia de los planes de seguridad a todas las obras.
(SERVIMEDIA)
08 Jun 1992
NLV