Este yacimiento, cuya cronología abarca los siglos II y III d.C., constituye una destacada fuente para el conocimiento del proceso de romanización en la provincia de Málaga.

La necrópolis se halla en una antigua terraza del río Guadalhorce, en la margen izquierda del arroyo de la Angostura, y está integrada por enterramientos tanto individuales como colectivos.

El poblado, por su parte, se extiende a lo largo de la margen derecha del arroyo hasta los pies de la Peña de las Angosturas. De grandes dimensiones y en buenas condiciones de conservación, presenta abundantes restos de estructuras rectangulares en superficie realizadas en piedra.

La declaración de Zona Arqueológica aprobada hoy establece un régimen de protección para los dos enclaves y sus entornos, con una superficie total de 574.574 metros cuadrados.