Ocho de esos consejeros, los nombrados en representación de los impositores, se encuentran pendientes de renovación en el momento presente. Su mandato ya ha vencido, pero la Asamblea que debe renovarlos aún no se ha convocado.

Portavoces oficiales de la entidad han comunicado a Servimedia que serán renovados en el transcurso de 1994, pero sin especificar fecha más concreta.

Para paliar la imposibilidad de cobrar prticipación en beneficios, reservado a los bancos y empresas con naturaleza de sociedades anónimas, el presidente Terceiro ha establecido un sistema de dietas que posibilitan ingresos por parte de consejeros sin funciones ejecutivas (todos, salvo el presidente).

Así, los vocales del Consejo de Cajamadrid cobran sesenta mil pesetas por sesión (se reúnen una vez por mes). Esta cantidad se completa con otras sesenta mil pesetas por reunión para los miembros de la Comisión ejecutiva, con sesiones de perioicidad semanal.

Al mismo tiempo, los consejeros que forman parte de la filial Corporación Financiera Caja de Madrid, que agrupa a casi todas las empresas filiales de la Caja, y que preside el ex subsecretario del Ministerio de Economía, José María García Alonso, cobran 300.000 pesetas por sesión.

A quienes no disfrutan de esta gratificación, se les asigna presencia en los consejos de las empresas filiales, sean de la propia Caja de Madrid o de la Corporación, hasta completar los cinco millones depesetas/año por consejero, aunque algunos superen esa cantidad.

Desglosando esa media, salen más favorecidos los que figuran en la Comisión Ejecutiva, dada su periodicidad semanal.

Lo mismo puede decirse de la Comisión de Control, cuyos miembros también reciben gratificación por su participación en las sesiones.

Además de esos ingresos de cinco millones, ajenos a toda relación laboral, los consejeros disfrutan de una tarjeta de crédito para gastos, que no debe superar las 200.000 pesetas porpersona al mes.

Los consejeros de la Caja son elegidos por grupos entre los clientes de la entidad, representantes de las corporaciones locales (según cuota política entre los tres grandes partidos madrileños, PP, Psoe e IU) y representantes de los trabajadores.