UN CONSEJERO DEL CSN PIDE QUE SE ESCUCHE MAS A LOS CIUDADANOS EN LOS PLANES SOBRE RESIDUOS INDUSTRIALES
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Lui Echavarri, miembro del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), abogó hoy por una mayor participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el tratamiento de residuos industriales.
En unas jornadas sobre "Industria y Medio Ambiente", Echavarri calificó de "indiscutible el derecho de los ciudadanos afectados de participar activamente y expresar sus opiniones y preocupaciones sobre los problemas que pueda acarrearles el desarrollo de cualquier proyecto".
Ese derecho se basa, en su opinión, en que "e innegable la posibilidad de que un proyecto diseñado desde esferas exteriores a la realidad social de cualquier colectivo, corre el riesgo de afectar de forma irreparable al estatus económico, cultural y social de la población".
A este respecto, afirmó que es responsabilidad de los órganos administrativos "hacer posible que la información básica sobre el proyecto sea comunicada de forma asequible a los grupos sociales afectados, (evitando por ejemplo lenguajes técnicos de difícil comprensión), con elobjeto de conocer su voluntad frente al proyecto".
Agregó que este es un momento "idóneo" para establecer el alcance de un plan de participación ciudadan en esta materia. "La difusión amplia de las características del proyecto, la recogida de información, el proceso de formación, los debates y la toma de decisiones, son aspectos que deberían considerarse en mayor o menor profundidad en dichos planes de participación", dijo.
RESIDUOS NUCLEARES
Por otra parte, Echavarri señaló que el volumen de rsiduos nucleares de alta actividad considerado en el Tercer Plan de Residuos Radiactivos elaborado por el Ministerio de Industria es de 11.680 metros cúbicos.
Echavarri explicó que, a los residuos de vida larga y media y alta actividad, la mayoría de los países con centrales nucleares planea enterrarlos en almacenamientos geológicos situados entre 200 y 1.200 metros de profundidad.
A su juicio, una de las razones más poderosas para elegir este tipo de almacenamiento es "eliminar la necesidad de ua vigilancia institucional".
En el caso de España, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) tiene una triple estrategia, según se trate de residuos estériles, de media o baja actividad y vida corta, o de media y alta actividad y vida larga.
Los inertes, explicó Echavarri, se mantendrán en sus lugares actuales, aislándolos en lo posible mediante recubrimientos y revegetación.
Los de media y baja actividad serán almacenados en cementerios nucleares definitivos, con vigilancia instiucional de unos 100 años, siguiendo el modelo de El Cabril (Córdoba).
Los de alta actividad y vida larga serán colocados en almacenamientos temporales, bien en los emplazamientos de las centrales nucleares o bien, más adelante, en una instalación centralizada. Los almacenamientos definitivos contarán con una vigilancia institucional de unos 50 años.
(SERVIMEDIA)
03 Oct 1991
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