Parlamento
El Congreso tramita la ilegalización de la Fundación Franco con el apoyo del PP tras un acalorado debate
- La rebaja de penas a etarras, la Corona y el caso de Begoña Gómez se cuelan en la discusión política

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El Congreso de los Diputados aprobó este martes la admisión a trámite de una proposición de ley del PSOE para disolver la Fundación Nacional Francisco Franco, así como todas las asociaciones que hagan apología del franquismo, tras un tenso debate parlamentario en el que se coló la reforma legal que permitirá a 44 etarras conmutarse las penas que hayan cumplido en Francia, así como la Casa Real y el caso judicial de Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno.
La Cámara Baja iniciará la tramitación del texto tras contar con 314 votos a favor y solo 33 en contra de Vox. El PP apoyó la iniciativa tras enfocar el debate en otros asuntos como el caso de la mujer de Sánchez o la rebaja de penas a etarras.
La reforma del PSOE regula el derecho de asociación para disolver aquellas entidades que hagan apología del franquismo o sus dirigentes. Afectará a la Fundación Nacional Francisco Franco y todas aquellas que realicen “actividades que constituyan apología del franquismo, bien ensalzando el golpe de Estado de 1936 o la dictadura posterior, o bien enalteciendo a sus dirigentes, cuando concurra menosprecio y humillación de la dignidad de las víctimas”.
El proceso se podrá iniciar a instancias de la Fiscalía y concretarse solo mediante resolución judicial. Además, el texto establece que el motivo de disolución se aplicará “con independencia de los fines teóricos y actividades plasmados en los estatutos, y de que la asociación haya cumplido o no el deber de inscripción registral”.
Con esta iniciativa, el PSOE cumple con la disposición adicional séptima de la Ley de Memoria Democrática, que ya preveía una modificación de la ley de asociaciones de estas características. No obstante, lo hace un año tarde, ya que dicha ley establecía que debía hacerse en el plazo de un año, es decir, en octubre de 2023. “Llegamos tarde, pero llegamos”, reconoció Raúl Díaz Martín, diputado del PSOE, para dar arranque a un debate que pronto se desvió de la cuestión.
BEGOÑA GÓMEZ
El punto de mayor tensión se produjo al final del debate, cuando tomó la palabra el diputado Jaime de Olano en representación del PP. El principal partido de la oposición no hizo ni una sola alusión a la ley que se debatía en el Pleno y empezó su turno volcado en el caso judicial abierto a Begoña Gómez.
“Hay caso, no hay persecución. No hay ‘lawfare’, lo que sí que hay es una presunta delincuente que vive en La Moncloa”, exclamó antes de tildar de “demoledor” el pronunciamiento de la Audiencia Provincial de Madrid.
El vicepresidente del Congreso, Alfonso Rodríguez de Celis, llamó enseguida a la cuestión a Olano. El gallego hizo caso omiso de su orden y defendió que sus palabras se referían a una “asociación del PSOE”. De Celis le insistió por segunda vez y le previno de que el siguiente aviso conllevaría la retirada de la palabra. Olano cedió entonces, no sin antes criticar que es “evidente” que la ilegalización de la Fundación Francisco Franco busca “de forma palmaria que se no hable de corrupción”.
Entonces, tras acusar al PSOE de convertir a Franco “en su comodín” y ser el primer interesado en que perviva su memoria, tachó de “cobardes” a los socialistas por no ser tan contundentes con los dictadores “vivos” como con los “muertos”. “Nosotros condenamos todas las dictaduras”, añadió.
PRESOS DE ETA
Olano se dirigió entonces al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, al que afeó que, junto a Sánchez, haya convertido su partido en “un estercolero moral” dada su “afinidad con los herederos de ETA”. Y arrancó un acalorado intercambio con él y De Celis a cuenta de la reforma legal que permitirá a los etarras conmutarse las penas cumplidas en Francia. “Serénese, señor Olano”, le avisó el vicepresidente de la Cámara antes de llamarle al orden. El diputado del PP, por su parte, denunció una “amenaza” de Cerdán.
En este contexto, Olano insistió en que el Gobierno todavía tiene tiempo de “revertir el error que han cometido todos los grupos” que tienen “algo de indignidad”. “Si lo hacen, retiraré mis palabras y les pediré disculpas por haber afirmado que el PSOE es hoy un estercolero moral. Tienen seis días para elegir entre estar con las víctimas o los asesinos. Mucho me temo que no voy a tener que desdecirme de mis palabras”, añadió.
Tras la alocución de Olano, la diputada socialista Montse Mínguez aconsejó a la oposición “menos insultos y más leerse las enmiendas”. Por su parte, De Celis retiró las palabras del palabras del PP del orden del día. Sobre este asunto se pronunció también el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, quien aconsejó al PP “prepararse bien la actividad parlamentaria”.
VOX DESDEÑA LA PROPUESTA
Al margen de estas dos cuestiones, el diputado del PSOE Raúl Díaz Martín defendió la iniciativa de su partido y pidió un apoyo mayoritario de la Cámara. “Todos tenemos claro que nuestra Constitución no es militante, que soporta incluso a quienes la atacan y quienes no la acatan, pero una cosa es tolerar una democracia no militante y otra renunciar a esta exigencia democrática de memoria con las víctimas”.
En este sentido, celebró el apoyo del bloque de investidura apoye, pero retó se centró en el PP para retarle a votar a favor de la admisión a trámite si realmente es “demócrata”. De lo contrario, advirtió, será “indistinguible de la ultraderecha”, en alusión de a Vox, partido del que admitió que no espera “nada nuevo ni bueno”. Ahí arrancó un nuevo choque.
El diputado de Vox Ignacio de Hoces desdeñó la propuesta porque, a su juicio, atenta contra los “derechos y libertades” de los españoles. En este sentido, denunció que disolver a las asociaciones que hacen apología del franquismo es un “factor de sectarismo discriminatorio” que es “incompatible con el derecho del ejercicio de asociación”.
Y añadió que la proposición “discrimina a las víctimas”, ya que, si asumiera “toda la historia nacional”, prohibiría también a las asociaciones vinculadas al PSOE, al Partido Comunista o al independentismo porque sus historias son “de golpes, crímenes y torturas”. “Tranquilícese”, respondió acto seguido el socialista Díaz Martín, “aquí no están los de la ardilla, no es una competición de ver quien es el más facha”, remachó en alusión a Alvise Pérez y su plataforma Se Acabó la Fiesta.
“APOLOGÍA AL FRANQUISMO” DE VOX
No fue el único reproche a Vox. La diputada de ERC Pilar Vallugera criticó a De Celis por permitir un discurso “franquista durante 12 minutos sin interrupción” y pidió retirar del diario de sesiones la intervención completa “por decencia de la Cámara”.
Josep María Pinart, de Junts, se sumó a estas palabras y avisó de que el “franquismo ha recobrado el aliento y está copando instituciones” como el Poder Judicial, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o “buen puñado de escaños”.
Por parte de Podemos, la parlamentaria Martina Velarde arremetió contra la “apología del franquismo” de Vox y defendió “ilegalizar” al partido dirigido por Santiago Abascal porque “no tiene cabida” en el Congreso. Asimismo, equiparó al PP con Vox al tachar ambos partidos de “nostálgicos del franquismo” y aseveró que el Rey fue “elegido por Franco”. Una línea que también adoptó Bildu, que señaló a la Corona como el otro “elefante” de la sala. “Ese tema lo dejamos ya para otro día”.
Por último, el diputado del PNV Mikel Legarda confirmó el apoyo de los ‘jeltzales’ a la propuesta del PSOE en una intervención sobria que chocó con el clima hostil de la Cámara. No obstante, recriminó al PSOE la vía utilizada para reformar la ley porque, al no ser un proyecto de ley, “niega” la iniciativa legislativa de los grupos parlamentarios e impide que se presenten los informes preceptivos, que eran “especialmente relevantes”. Los nacionalistas vascos intentarán incorporar enmiendas técnicas al texto que, a su juicio, debería modificar el Código Penal.
(SERVIMEDIA)
08 Oct 2024
PTR/clc