La iniciativa fue admitida a trámite por unanimidad el pasado 27 de septiembre y ahora se encuentra en fase de presentación de enmiendas, con lo que los distintos grupos tienen hasta el martes para plantear propuestas que serán debatidas en la Comisión Constitucional.

La proposición de ley, que Izquierda Unida ha tratado de sacar adelante en diversas ocasiones, pretende incrementar la transparencia y el control de la financiación, e impide a los partidos aceptar "directa o indirectamente" donaciones anónimas y aportaciones de una misma fuente que superen los 30.000 euros anuales o el cinco por ciento de su presupuesto anual. En el debate de toma en consideración, el portavoz socialista en esta materia, Francisco Fernández Marugán, elogiaba la propuesta por su oportunidad, su contenido y su capacidad de recaba el "mayor apoyo posible" para una reforma con la que "queremos restaurar la confianza de los ciudadanos en la política".

"El sistema ha de ser mixto, con el fin de que la financiación pública garantice la independencia y la estabilidad a lo largo del tiempo del sistema de partidos", explicaba, "yhaya un mecanismo complementario de aportaciones privadas procedente de las personas físicas, sin que se abra el ámbito a las donaciones empresariales".

El diputado del PSOE añadía que "la financiación de la política ha de ser clara y trasparente, lo que equivale a decir que en la financiación privada no existe un ámbito para las donaciones anónimas y que las donaciones individuales han de ser limitadas cuantitativamente y reguladas en cuanto a los mecanismos y a los sistemas de aportación".

Además, "los sistemas de control habilitarán la presentación de una contabilidad detallada anualmente por parte de los partidos políticos en el Tribunal de Cuentas, quienes tendrán derecho a recabar información de los ingresos y de los gastos, en especial de las donaciones individuales", labor que deberán facilitar tanto los partidos como las entidades que aportan recursos.

NO SER "ANGELICOS"

En nombre del PP, Jaime Ignacio del Burgo expresó también su respaldo a la reforma de la Ley de Financiación de Partidos, aunque advertía de que "no podemos ser angélicos", y esta iniciativa "no va a resolver un problema, que es el de la corrupción de las personas y de los partidos".

Anunció que el Grupo Popular "aceptará cualquier propuesta de supresión de las donaciones privadas de carácter anónimo; nosotros solamente aceptaremos la existencia de donaciones privadas de carácter nominativo, para que la transparencia esté total y absolutamente garantizada".

Por último, reclamó también un mayor control del Tribunal de Cuentas, y confió en que "consigamos entre todos un consenso, que permita que los ciudadanos tengan la garantía de que los partidos políticos se financian de forma adecuada y transparente y que si hay financiaciones irregulares será porque se ha penetrado en el Código Penal, y eso es cuestión de la justicia".