La iniciativa para reconocer a González, recogida en una proposición no de ley del PP debatida en el Pleno, será votada este miércoles y contará con el apoyo de los populares, Vox, UPN, Coalición Canaria y PNV. Esto le garantiza el respaldo de 177 diputados y su aprobación en la Cámara Baja.

Durante el debate de este martes, la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo, al defender la propuesta de su partido, saludó a los venezolanos presentes en la tribuna, opositores exiliados, “diputados y activistas de los derechos humanos y víctimas de la persecución y hasta de las más viles torturas”, y especialmente a Leopoldo López y Antonio Ledezma, que fueron presos del régimen de Nicolás Maduro, y a Carolina, la hija de González.

Álvarez de Toledo dijo que “las razones éticas” para reconocer la victoria de González eran también “un imperativo estratégico” sobre todo “después de la operación diseñada por la dictadura, organizada por Zapatero y facilitada por el Gobierno de España por la que ha tenido que salir de su país entre chantajes y coacciones”.

“Maduro pretende imponer una mentira mediante la fuerza, pero todos sabemos que Edmundo ganó con el 67% de los votos, porque así lo acreditan las actas que recogieron los ciudadanos”, subrayó.

Asimismo, esgrimió que los informes de la ONU “describen un robo electoral a mano armada, torturas, detenciones arbitrarias, niños secuestrados, vejados, maltratados”, una situación ante la cual, dijo, “el Gobierno arrastra los pies” y el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, dijo que hasta enero “hay tiempo”.

Por otra parte, la diputada del PP denunció que “hay una izquierda tuerta, que solo ve dictaduras de derechas”, y dirigiéndose al Ejecutivo le reclamó liderar el reconocimiento de Edmundo González en Europa “porque además el consenso no es excusa”, ya que “lo rompen para reconocer el Estado de Palestina ese consenso, pero no para reconocer al presidente de Venezuela”.

Finalmente, esta parlamentaria elogió la figura de María Corina Machado, líder de la oposición venezolana inhabilitada por el régimen, y apuntó que se trata de “una mujer a la que el movimiento feminista, si no fuera tan sectario, levantaría un monumento a la más valiente, a la heroína del siglo XXI”.

LA ENMIENDA DE VOX

Por parte de Vox, José María Sánchez García expresó el apoyo a la iniciativa, pero defendió una enmienda en la que se critica la actuación del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. Este diputado también cuestionó el asilo en España de Edmundo González, ya que “a quien perjudica es a la oposición venezolana, cuyo líder es María Corina Machado".

García arremetió contra el PP “que se harta de decir aquí de pedir el reconocimiento del señor González Urrutia como presidente electo por el Gobierno español”, pero respalda a la presidenta de Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, “esa señora que preside una Comisión que se niega a proceder al reconocimiento”.

Por parte del PSOE, la diputada Cristina Narbona defendió una enmienda basada en 11 puntos. Este texto buscaba conciliar la iniciativa del PP con la posición común de la UE, que ha exigido ver las actas de los comicios y por ahora ha decidido no reconocer ni la victoria de Maduro ni de la oposición, al carecer de datos revisables.

Narbona pidió al PP “no engañar a los venezolanos que nos acompañan, haciendo creer que el simple reconocimiento de Edmundo González como presidente electo es una especie de varita mágica que hace desaparecer por encanto al señor Maduro”, y esgrimió el precedente de Juan Guaidó.

En el turno de fijación de posiciones, el diputado de UPN Alberto Catalán expresó su apoyo a la proposición y lamentó que no hubiera ningún miembro del Gobierno en el salón de plenos “ni siquiera el ministro de Exteriores” para recordarle “que el Gobierno de Maduro es una dictadura”.

También se preguntó “qué va a hacer el Gobierno de España” si va a llevar a Nicolás Maduro ante la Justicia internacional, y si va a solicitar mayores sanciones en la UE para los dirigentes de la República Bolivariana.

"REPRESIÓN BRUTAL"

Asimismo, Cristina Valido, de Coalición Canaria, avanzó que votaría que sí “porque nos preocupa muchísimo que esto termine en un enfrentamiento civil, que es lo primero que tenemos que evitar” y porque “no se puede pasar por encima de la voluntad del pueblo de Venezuela”.

Néstor Rego, del BNG, mostró su negativa a reconocer como presidente al candidato de la ultraderecha apoyándose en solo en datos de una web de la propia oposición. Por Podemos, Javier Sánchez Serna rechazó de forma tajante la iniciativa del PP y señaló que “no vamos a ser ingenuos para sumarnos a la campaña de la derecha internacional, que en este momento no está por el encuentro entre los sectores del país, sino que buscan más bien que Venezuela vuelva a arder”.

A su vez, Aitor Esteban, portavoz del PNV, confirmó su apoyo a la iniciativa para instar al reconocimiento de González y pidió tener en cuenta la realidad de que en Venezuela “hay una represión brutal después de las elecciones”.

“No es de extrañar tampoco, considerando que el propio Maduro antes de producirse las elecciones habló de que iba a ganar las elecciones por las buenas o las malas, o incluso llegó a afirmar que si las perdía iba a haber un baño de sangre”, subrayó el parlamentario peneuvista.

CRÍTICAS DE ERC Y JUNTS

Para Marta Madrenas, de Junts, el PP “nos quiere tomar el pelo” al defender a los venezolanos de la represión, ya que los catalanes “ya conocemos cómo ejecutó directamente la represión” en el referéndum del 1 de octubre de 2017. “Lo que ahora critican tantísimo del régimen de Maduro lo aplicaron ustedes en Cataluña”, afirmó.

En nombre de ERC, Gabriel Rufián tildó a González de "ultraderechista" y que las actas por las que la oposición venezolana se atribuye la victoria de las elecciones de julio "se han declarado ya falsas”. Además, reprochó al PSOE que esté dando cabida en España "a toda la oposición ultra golpista venezolana".

Finalmente, en el turno de Sumar, Gerardo Pisarello rechazó la iniciativa del PP y abogó por “el lenguaje de la mediación” que en su opinión “ha sido el lenguaje del presidente López Obrador, del presidente Lula, el presidente Petro, además de figuras como el Papa Francisco o el expresidente Zapatero”. Por el contrario, apuntó, “el otro lenguaje, el del pirómano, ha sido el de las derechas radicalizadas de esta Cámara”.