El dictamen contó con 183 votos a favor de PSOE, ERC, IC- ICV, BNG, CC, CDC, PNV; 136 de rechazo que sumaron PP y UDC, y 6 abstenciones. El texto ha sido remitido al Senado para su próximo debate.

Esta reforma se centra principalmente en la inclusión de un segundo párrafo en el artículo 44 del Código Civil con la siguiente redacción: "el matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o diferente sexo".

Los diputados de BNG, IC-ICV y CC Francisco Rodríguez, Isaura Navarro y Luis Mardones expresaron su apoyo a esta iniciativa emprendida por el Ejecutivo para igualar en derechos a gays y lesbianas. Se trata, según Rodríguez, "de democratizar la institución civil del matrimonio".

La diputada del PNV Margarita Uría señaló que su formación defiende la igualdad de derechos para los homosexuales, pero aclaró que algunos compañeros de su partido rechazan este proyecto al entender que estas uniones no deben regularse bajo la figura del matrimonio.

Agustí Cerda, parlamentario de ERC, relató la lucha de los colectivos homosexuales para alcanzar esta equiparación legal, una cuestión, que según dijo, guarda el derecho a la igualdad "y a una vida digna". Además, recriminó a la Iglesia católica su rechazo a estos matrimonios.

Cerdá subrayó que esta reforma del Código Civil conllevala adopción de menores por parte de las parejas homosexuales, "un tema que ERC siempre ha defendido".

PADRES HOMOSEXUALES

Mercé Pigem, diputada de Convergencia Democrática de Cataluña, formación que junto con Unión Democrática de Cataluña integra CiU, afirmó que esta iniciativa "no menoscaba los derechos de nadie", sino que iguala en derechos a todas las personas.

También expresó su apoyo a las familias homoparentales, "que son ya una realidad", así como la posibilidad de que los matrimonio gays puedan adoptar menores que se desprende de la reforma.

Por su parte, Josep Guinar, parlamentario de UDC, comentó que "nos parece inoportuna" la figura del matrimonio para regular este tipo de uniones, y comentó que la opción sería la unión civil de personas del mismo sexo. Además, rechazó la adopción de menores por parte de estas parejas y vaticinó que los convenios internacionales de adopción firmados por España "corren peligro".

La diputada del PP Ana Torme, que denunció la falta de consenso y diálogo en el debate de este proyecto, abogó por una Ley de Parejas de Hecho para regular este tipo de uniones y calificó de "controvertida" la opción del matrimonio por la que ha apostado el Gobierno.

Torme rechazó las críticas de "homófobos" que ha vertido el PSOE contra el PP y subrayó que "el matrimonio ha sido siempre la unión de un hombre y una mujer". La parlamentaria también recordó que las confesiones católica, protestante, judía y ortodoxa rechazan el matrimonio entre personas del mismo sexo.

"Busquemos una solución jurídica sensata, centrada, que solucione el problema sin crear otro. Todavía estamos a tiempo", concluyó.

MUTILAR DERECHOS

Carmen Montón, diputada del PSOE, subrayó que la aprobación de esta reforma da cumplimiento a un compromiso del Gobierno y recordó la persecución que han sufrido en España gays y lesbianas.

Montón criticó el rechazo expresado por el PP al proyecto y proponiendo una Ley de Parejas de Hecho. A su juicio, esa propuesta popular es querer "mutilar" los derechos de gays y lesbianas.

"En democracia no puede haber exclusión", dijo la diputada, quien dijo que esta reforma está avalada en el principio constitucional de la igualdad.

Además, Montón apostó por la adopción por parte de las parejas homosexuales y dijo que ya hay padres homosexuales. "Si los niños no son reconocidos están desprotegidos", sentenció.

Finalmente, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, subrayó la importancia de esta equiparación de derechos para gays y lesbianas, y expresó su respeto por todas la posturas expresadas por los grupos en esta reforma, tanto los que están a favor o en contra, así como a los colectivos homosexuales por su lucha por la igualdad.