El ministro de Agricultura, Jesús Posada, defendió la viabilidad de esta ley como "marco" sobre el que trabajar y, por ello, aseguró que no cuenta con una lista de razas de perros peligrosos, sino que opa por la creación de un registro municipal de animales potencialmente peligrosos, a fin de tener identificados a sus dueños.

El proyecto fue aprobado a pesar de las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos parlamentarios de IU, PSOE y PDNI, que criticaron el proyecto del Gobierno por ser poco concreto sobre las razas de perros peligrosos y por no precisar medidas contra los infractores.

El proyecto afecta a los animales domésticos, de guarda, protección o compañía que pertenezcan a espcies que pueden ocasionar muerte o lesiones. Entre ellos se encuentran los perros que, por su envergadura y características, pueden considerarse potencialmente peligrosos.

La norma señala que la posesión de estos animales estará sujeta a la obtención de una licencia administrativa, que será otorgada por el ayuntamiento de la localidad donde resida el dueño.

SEGURO OBLIGATORIO

Además, los propietarios deberán ser mayores de edad, no contar con determinados antecedentes penales, obtener un certifcado de aptitud psicológica y contratar un seguro de responsabilidad civil por posibles daños a terceros.

También necesitarán una autorización especial, para su funcionamiento, los establecimientos o asociaciones que alberguen este tipo de animales para su explotación, cría, comercialización o adiestramiento.

Finalmente, el proyecto establece las posibles infracciones, entre las que destacan el abandono del animal, la venta o transmisión sin licencia, así como el adiestramiento o participación enpeleas o espectáculos con carácter agresivo.

Las multas oscilarán entre las 25.000 y las 50.000 pesetas en caso de infracción leve, hasta las 400.000 pesetas para infracción graves y hasta 2.500.000 si se trata de faltas muy graves.