La portavoz del Gobierno regional, Isabel Rodríguez, afirmó hoy, a propósito de los trabajos que se inician esta tarde, que el presidente de la comunidad, José María Barreda, ha buscado siempre el acuerdo para aprobar el Estatuto de Castilla-La Mancha, pero un acuerdo que, advirtió, "no puede ser a cualquier precio".

"Queremos agua y dignidad, y lo que en estos momentos muestran los dirigentes del Partido Popular es que no quieren saber nada de agua y que además no tratan con dignidad a los castellano-manchegos, porque no nos trata igual que a aragoneses, a andaluces o a valencianos", añadió.

En la rueda de prensa celebrada en Toledo para explicar los acuerdos del Consejo de Gobierno, Rodríguez explicó que el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado unas enmiendas "respetando" el acuerdo unánime de las Cortes de Castilla-La Mancha, mientras que, denunció, el Grupo Parlamentario Popular "ha rebajado" las pretensiones.

En este sentido, insistió en que el Gobierno regional sigue esperando alcanzar ese acuerdo, pero, agregó, la actitud de los dirigentes del PP "no dan la confianza en que efectivamente sea así".

La portavoz regional explicó que, desde que el texto llegó al Congreso hasta el fin del periodo de enmiendas, se ha visto una actitud de los dirigentes del Partido Popular de Castilla-La Mancha que "no ofrece muchas garantías", después de que la presidenta del PP regional, María Dolores de Cospedal, no tomara la palabra en la toma en consideración del texto y tras la presentación de enmiendas diferentes por parte de populares y socialistas.

A juicio de Isabel Rodríguez, las enmiendas presentadas por ambos grupos resultan "diferentes y muy clarificadoras de lo que queremos unos y lo que quieren otros. Unos hemos querido que se mantengan los derechos de agua en Castilla-La Mancha, mientras otros han dado al traste con todas las aspiraciones en esta materia de los castellano-manchegos".

Rodríguez invitó a los populares a replantearse su postura porque es un momento "muy importante" para la región ya que, enfatizó, "podríamos conseguir una ventaja muy importante en materia de agua. Si no son capaces de decir ahora lo mismo que decíamos en Castilla-La Mancha, estarán traicionando no sólo a sus votantes sino a todos los castellano-manchegos".