Moreno intervino a mediodía de hoy ante el plenario del VIII Congreso para fijar su posición sobre el informe presentado por Fidalgo, sobre el que aseguró que está "descolocado" respecto a la actual situación política, tras la victoria del PSOE en las elecciones del pasado 14 de marzo.

El líder de los críticos resaltó que, en las intervenciones de ayer, "parecía que el ministro de Trabajo (Jesús Caldera) estaba a la izquierda de la posición del secretario general".

Cuando se eligi a Fidalgo hace cuatro años, "sabíamos que era muy moderado, y utilizo esa expresión para no ofender", pero "pensaba que iba a ser más demócrata", y en esto "nos equivocamos".

A juicio de Moreno, se ha aplicado sindicalismo "débil", con acuerdos "continuos" con patronal y Gobierno y la única excepción de la huelga general del 20 de junio. Criticó que no se diera respuesta a la reforma laboral impuesto en marzo de 2001 y se cerrara la cuestión con la "fuga adelante" que supuso el Acuerdo de Pensiones. En este punto, reclamó que el VIII Congreso exprese su rechazo rotundo a la ampliación del periodo de cálculo de la pensión, establecido actualmente en los 15 años previos a la jubilación.

Moreno celebró que se haya ganado en afiliación y representación en las empresas, eso es "estupendo", pero "es fruto del trabajo de todos" y "sería un desprecio a miles de militantes" el atribuirse el éxito a la dirección confederal.

En materia interna, el líder de los críticos recordó que Fidalgo ha roto prte de los apoyos con los que ganó la Secretaría General hace cuatro años, la unidad interna "se ha deteriorado y ha aumentado la represión". Por todo ello, "hemos pasado algunas veces vergüenza".

Moreno se excedió en el tiempo que tenía para su intervención y María Jesús Paredes, responsable de Banca y presidenta del Congreso, acabó cortándole el micrófono. "No puede ser que los santones del sindicato no respetéis las reglas", le espetó, generando un intercambio de pitos y aplausos entre los delegado.