La iniciativa, defendida por Ramón Jáuregui, denuncia que entre 30.000 y 60.000 mujeres procedentes de Europa central y del Este, incluidas menores de edad, podrían ser objeto de trata con fines de explotación sexual en el marco del Mundial de fútbol 2006.

Esto significa un incremento del 30% del comercio de sexo en las ciudades alemanas afectadas por este acontecimiento deportivo. Por ello, los socialistas pretenden la implicación del Gobierno, de las autoridades deportivas y de los profesionales del fútbol para denunciar este fenómeno y concienciar a los ciudadanos de "la peligrosa ecuación que vincula fútbol y prostitución".

La iniciativa, que incluyó enmiendas presentadas por PP, CiU e IU, recoge también el compromiso de presentar un Plan Integral de Lucha contra el Tráfico de mujeres y niños.