El Gobierno consiguió él respaldo de la mayoría de la Cámara para sacar adelante estas medidas, al registrar 336 votos a favor, y 6 abstenciones.

Según las estimaciones del Ejecutivo, estas dos medidas fiscales, aprobadas por el Consejo de Ministros el pasado 18 de abril, supondrán en 2009 una inyección de liquidez a la economía por un importe de 7.800 millones de euros.

Por lo que se refiere al Impuesto sobre el Patrimonio, se establece una bonificación estatal del 100% de la cuota del Impuesto a partir del 1 de enero de 2008 y se elimina la obligación de declarar. Con esta medida, aproximadamente un millón de contribuyentes se ahorrarán 1.800 millones de euros.

Mientras, al nuevo sistema de devoluciones del IVA de carácter mensual se podrán acoger alrededor de 1,2 millones de empresas, que ingresarán en torno a 6.000 millones de euros de manera anticipada a lo largo de 2009, sin tener que esperar a recibirlos al momento de presentar la liquidación anual en 2010.

El diputado de ER-IU-ICV Joan Herrera se mostró muy crítico con la supresión del Impuesto de Patrimonio, y dijo que el PSOE debería ser consecuente con las palabras del socialista Ramón Jáuregui cuando dijo que en época de crisisno se puede ni eliminar ni bajar impuestos.

Los 1.800 millones de euros al año que se dejan de recaudar servirían, dijo, para hacer escuelas de 0 a 3 años o atender a la dependencia.

Por contra el portavoz de Economía de CiU, Josep Sánchez- Llibre, quiso mostrar la "gran satisfacción" de su grupo por la eliminación de un "impuesto confiscatorio que gravaba el ahorro".

Desde las filas del PP, el diputado Baudilio Tomé aunque respaldó que se elimine el Impuesto sobre el Patrimonio, consideró que el Gobierno ha perdido la ocasión de afrontar las reformas que realmente necesita el sistema tributario español.