De esta manera, las personas que tengan un grado de discapacidad mayor a un 65 por ciento que, cobrando la citada prestación, encuentren un empleo, podrán mantener la pensión durante cuatro años, siempre que la suma de los dos ingresos no supere 1,5 veces el Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples (IPREM), unos 600 euros mensuales.

En caso de exceder de esa cuantía, la nueva normativa fija que se rebajará el importe de la pensión en el 50% del exceso, siempre con el límite de 1,5 veces el IPREM.

La diputada socialista María José Sánchez Rubio explicó a Servimedia que los dos ingresos serán compatibles siempre que no se superen los 8.475 euros al año de pensión.

ACTIVAR EMPLEO

Además, destacó que el hecho de que se fijen cuatro años como máximo para compatibilizar ambos cobros supondrá que, en ese periodo, la persona afectada "se ha consolidado" en su empleo.

"Esta medida supone un gran avance para las personas con discapacidad, algo por lo que nos felicitamos todos los partidos políticos y los afectados, representados por el CERMI", dijo.

El diputado de CiU Carles Campuzano resaltó también que esta mejora ayuda a los discapacitados a apostar por el empleo y es una "cuestión de contenido social muy importante".

Para CiU, estas medidas ayudan a "activar la presencia de los discapacitados en el mercado de trabajo" especialmente de algunos colectivos como los enfermos mentales o quienes reciben una incapacidad por ser portadores del virus del sida.

Los últimos datos oficiales ponen de manifiesto que 201.709 personas reciben actualmente la pensión no contributiva por invalidez. Aquéllos con un grado de discapacidad igual o superior al 65 por ciento podrán acogerse a la compatibilidad de pensión y sueldo si no superan el citado límite de renta.