La congelación del precio en la producción eléctrica y fabricación de gas, por un lado, y el descenso del 3,9% en el prcio del refino del petróleo, forzaron un descenso del 1,2% de los precios energéticos, frenando la tendencia al alza del resto de los sectores.

En la extracción y transformación de minerales no energéticos e industria química el aumento fue del 0,6%, mientras que en la transformación de metales y mecánica de precisión también se mantuvieron estables, y en otras industrias manufactureras el aumento fue del 0,2%.

Por destino económico de los bienes, los del consumo aumentaron un 0,2%, mientras que os bienes de equipo se mantuvieron y los intermedios (energía, material de construcción, etc) retrocedieron ligeramente (un 0,1%).