En un comunicado difundido hoy, los Armadores de Altura reconocen que si bien ayer consideraban normal el hecho de un apresamiento dentro del habitual desenvolvimiento de la flota pesquera, hoy denuncian la Justicia gala se ha visto influenciada por la opinión pública y la Administración francesa.

A juicio de la Asociación de Armadores de Altura, el caso del apresamiento del "Frncisco y Begoña", que no saldrá del puerto de L'Orient si no paga los 530.000 francos de multa, se convierte en el "escarmiento a una 'cabeza de turco'" para pagar las consecuencias de un conflicto pesquero "sobre el que tanto los pescadores franceses, como su prepotente Administración tienen una grave responsabilidad".

"Se trata de una sentencia mediante la cual, y sin precedente de ningún tipo, se condena a una empresa armadora, por unas simples infracciones pesqueras, a una cantidad desproporcionad de 530.000 francos, unos 12,7 millones de pesetas", denuncia la flota vasca.

Por ello, dicha Asociación apela a la Administración española para que, "dejando a un lado justificaciones diplomáticas", advierta a Francia de lo "injustificable e inadmisible de su proceder y defienda nuestros interese exigiendo un trato justo y ponderado".

Si esa advertencia no se hace ahora, sólo servirá para permitir a Francia que siga haciendo valer su "función prepotente, pero la flota vasca no está dispuesta a sguirle el juego al Gobierno francés", aseguran.