La decisión de la CNMV supone antener en suspensión la cotiación de títulos de estas sociedades, justo el día en que debían volver al "parquet", y se debe a que Sol Meliá ha presentado una nueva OPA sobre MIA, que sustituye a la que ofertó el pasado mes de noviembre.

La segunda OPA de Sol Meliá sobre MIA reproduce los mismos términos que la anterior, pero añade como incentivo la entrega de "warrants" a los accionistas de la filial americana que acudan al canje de acciones.

Dichos títulos cotizarán en bolsa, no afectarán a SolMeliá porque son un compromiso de la familia Escarrer, que controla el grupo, están respaldados por el BCH, e incorporan el derecho a percibir 6.719 pesetas por cada acción antigua de MIA que acuda al canje.

Esta cantidad equivale al precio de salida a bolsa de MIA y resulta de la diferencia entre 7.465 pesetas y la media de cambios medios durante las 20 sesiones anteriores al 30 de junio del año 2000 con un máximo de 1.835 pesetas.

La nueva OPA se produce después de que la CNMV pidiera a Sol Melá la presentación de un informe de expertos independientes, para analizar las diferencias entre las valoraciones que se hicieron de MIA en abril y noviembre, es decir, en el momento de sacar a bolsa la filial iberoamericana y la OPA del mes pasado para retirarla de la cotización.