Obiols planteó así el análisis de la situación política vivida durante los últimos meses, visión incluida en el texto del manifiesto elaborado por la Ejecutiva Federal que deberá ser aprobado al finalizar la Conferencia Política que celebra el Partido Socialista bajo el lema "España en positivo".

La dirección socialista entona un "mea culpa" abierto en su manifiesto y reconoce que cometió errores, "pocos, pero graves",que corrieron a cargo de "gente que nos falló, gente que nos engañó, que nos traicionó política y moralmente".

El dirigente socialista aseguró que "mientras estuvimos en el reinado del dinero fácil, en la apoteosis barroca de dinero, debimos reaccionar más fuerte y más alto y decir como Serrat: eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca".

Tras hacer un repaso de los fallos cometidos en 13 años de gobierno socialista, pidió a todos los presentes que no contemplaran este análisis con dramatismo puesto que "incluso Jesucristo se equivocó con uno de entre doce".

Sin embargo, los socialistas consideran que el clima de crispación vivido durante el pasado año no puede ser achacable únicamente a errores propios, sino a una "estrategia potente, tenaz y sofisticada" de la derecha para arrojar del poder al PSOE.

Obiols acusó directamente a Mario Conde y Javier de la Rosa de buena parte del acoso sufrido por los socialistas y afirmó que dentro de la estrategia de la derecha "Aznar, que era la gunda, ha fallado y ahora muchos se preguntan si este insípido abogado es el hombre adecuado" para liderar la derecha, "y no soy yo el que lo dice, sino el Wall Street Journal del 9 de enero".

El dirigente socialista aseguró que desde el verano el PSOE ha recuperado credibilidad, aun a costa de un alto precio, y se mostró convencido de que los socialistas tienen posibilidades de ganar las elecciones del 3 de marzo.

El responsable socialista indicó que la batalla electoral se centrará en la pugna enre Felipe González y José María Aznar, al que retrató como el líder de la derecha española, "una de las más crueles de Europa", razón por la que, a su juicio, los españoles no han perdido el miedo a los conservadores.

En este sentido, recordó que "en Francia, Austria o Italia hay entre un 15 y un 20% de voto a la derecha pura y dura. ¿En España donde está ese voto? Este es un submarino que está navegando bajo las aguas del PP".