El obispo, que compareció ante los medios de comunicación madrileños junto con miembros de la Asociación ro-Vida y el redactor del documento, el periodista Ramón Pi, declaró que no era extraño que la posición de la Iglesia en esta materia, "contraste con las posiciones de la cultura dominante", que olvida a Dios y a la persona humana en toda su dignidad.

Monseñor Enrique Fernández explicó en una rueda de prensa presidida por fotografías de gran tamaño sobre los seis primeros meses de la gestación del feto, que el documento, redactado en 100 preguntas y respuestas, recuerda que aquéllos católicos que praciquen el aborto serán castigados con la pena máxima del derecho canónigo: la excomunión "latae sententiae", es decir, automática y sin que medie texto que la ratifique.

Además, el prelado dijo que no considera excomulgados a los legisladores de la ley del aborto, porque desconoce si son cristianos y que el documento recuerda a los médicos que pueden optar por la objeción de conciencia para practicar abortos.

El representante de la Conferencia Episcopal señaló también que, si tuviera que recomenda el voto a los católicos, les aconsejaría votar a aquellas posiciones políticas adversarias o que estén más alejadas de la práctica del aborto.

ACTITUD ANTISOCIAL

Defender una actitud permisiva ante el aborto o justificarlo como si fuera un derecho es, según monseñor Fernández, una actitud antisocial, ya que mina los fundamentos mismos del estado de derecho, de la libertad y que abre las puertas al fantasma totalitario que planea sobre la sociedad contemporánea".

A juicio de Fernández, "si la dgnidad y los derechos del ser humano no nacido dependen de las decisiones de la sociedad, es que nuestra dignidad y nuestros derechos dependen de las decisiones de la sociedad. Y si esas decisiones dependen sólo de la voluntad de las mayorías...saquen ustedes las consecuencias".

El tema del aborto desde una perspectiva cristiana, es según el obispo, un asunto de moral social y política, más que de moralidad sexual, que pone en juego una concepción del hombre que en la sociedad actual está deteriorada. Monseñor Fernández añadió que el problema del aborto "no se debate en nuestra sociedad, sino que se hacen banderías y se lucha por imponer la propia posición, deformando la realidad si es necesario, obteniendo el mayor apoyo posible de la opinión pública".

Finalmente, el dirigente eclesial recalcó "que es necesario extraer el debate moral de la arena política partidista. Hoy la política en general no tiene mucho respeto por la moral, pero los políticos saben que necesitan de la moral de los demás puesto que son las posiciones morales las que orientan los votos".

EXCOMULGAR A MEDIO MUNDO

Esta misma mañana, la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, manifestó a los periodistas en el Congreso de los Diputados, en relación con el mencionado documento eclesial, que "la Conferencia Episcopal está excomulgando a medio mundo".

La diputada de IU Cristina Almeida expresó su "tristeza" por la "nueva agresión" que este manifiesto representa para las mujeres y añadió que "no es cierto, com dice la Iglesia, que las mujeres abortemos por comodidas, ignorancia o soledad. Sólo lo hacemos por responsabilidad".

Por su parte, la diputada del PP Luis Fernanda Rudi defendió la iniciaitiva de los prelados y afirmó que la doctrina de la Iglesia, "como la de mi partido, coincide con un principio de defensa al derecho a la vida".