García se expresaba así en relación al sacerdote de El Espinar (Segovia) que ha adoptado a un niño bielorruso. Según dijo, esta adopción responde a una situación excepcional, debido a la necesidad de seguir atendiendo a un niño que estaba acogido en esa feligresía y que no tiene padres.

"Ha habido unas circunstancias especiales que le han llevado (al sacerdote de El Espinar) a toar esa decisión, y habló con su obispo, y, realmente, el Codigo de Derecho Canónico en ese sentido no habla del tema", afirmó.

A su juicio, esta adopción no se puede considerar como algo general o normal, ya que "nosotros hemos renunciado a formar una familia para estar a disposición de toda la comunidad".

Finalmente, García destacó que "el lugar apropiado de la adopción es una familia normal, un hombre y una mujer, y si tiene ya un hijo mejor todavía".