Con la reforma aprobada el miércoles por el Congreso, "la institución del matrimonio perdió su nota propia de estabilidad legal y fue reducida a un contrato ligero que cualquiera de las partes puede rescindir en virtud de su mera voluntad a los tres meses de haberlo estipulado", dicen los obispis en una nota de prensa.

De esta forma responde la Conferencia Episcopal a la agilización de los trámites del divorcio, por la que se suprime la separación como paso previo, se permite el divorcio a partir de los tres meses de clebrarse el enlace y se regula la guardia y custodia compartida de los hijos siempre que haya acuerdo entre los cónyuges.

Las consecuencias de esta tramitación, a juicio de la Conferencia Episcopal, "dejan desprotegido el vínculo matrimonial y abierto el camino legal a la conculcación de los derechos del otro cónyuge y de los hijos".

Para evitar esta situación, la Conferencia Episcopal anuncia la necesidad "de confiar en que la sociedad española sabrá salir en defensa del matrimonio, de la familia y de los hijos, a través de todos los mecanismos legítimos que el Estado de Derecho pone a disposición de los ciudadanos".