Cerrarla "marcaría negativamente la pauta de nuestro futuro y nos alejaría de las grandes potencias industriales, en función de dogmas y no de argumentos fundados".

Por ello, abogó por "un plan nuclear ajustado tanto a nuestra demanda de electricidad como a la necesidad de minimizar las emisiones de CO2", en el que al menos un 30% de la energía eléctrica sea nuclear.

Confemetal destacó los "no pocos puntos débiles de las renovables" (entre ellos "la necesidad de una energía de apoyo que complemente su carácter no gestionable").

También hizo hincapié en que "no hay actividad humana que extreme más las medidas de seguridad que la industria nuclear" y en el precio competitivo de la energía nuclear.