CONDUCIR USANDO EL MOVIL PUEDE SER TAN PELIGROSO COMO HACERLO BBIDO, SEGUN UN ESTUDIO

MADRID
SERVIMEDIA

Un informe dado a conocer por Línea Directa Aseguradora afirma que conducir hablando por el teléfono móvil, con o sin manos libres, puede llegar a ser tan peligroso como hacerlo superando los límites de alcoholemia permitidos.

El estudio de Línea Directa, realizado durante tres meses por el Laboratorio de Investigación del Transporte de Inglaterra, trató de comprobr los tiempos de reacción y el desarrollo de la conducción entre personas de diferentes perfiles, usando un sofisticado simulador de conducción.

Los investigadores probaron cómo se debilita la percepción al conducir hablando con un teléfono móvil, con un teléfono de manos libres y cuando los conductores han consumido alcohol por encima de los límites permitidos. Los resultados demuestran que los tiempos de reacción de los conductores son un 50% más lentos cuando hablan por el teléfono móvil sin manos ibres que cuando conducen en condiciones normales.

Según las pruebas, los conductores pierden la capacidad de mantener una velocidad constante y tienen más dificultad para conservar la distancia de seguridad establecida con el automóvil precedente. Por tanto, usar un teléfono móvil es la variable que mayor distracción crea a la hora de conducir. Las pruebas demuestran que el conductor tarda medio segundo más en reaccionar que en condiciones normales.

Usar un teléfono móvil con manos libres tambié resultó ser más peligroso de lo que parece. Los participantes en las pruebas coinciden en que no es igual mantener una conversación con otra persona que viaja en el mismo vehículo que hacerlo a través del teléfono móvil, ya sea con o sin manos libres.

En el primer caso, ambos participan de la situación de la carretera y el ritmo de la conversación se adapta a las necesidades de cada momento. En cambio, durante la llamada telefónica el interlocutor, ajeno a la situación, continúa hablando apasionadamete a pesar del peligro.

En nuestro país, las investigaciones de Luis Montoro, catedrático de la Universidad de Valencia, también certifican que usar un teléfono móvil con manos libres es un elemento de distracción considerable para los conductores.

La potencial distracción de conversar por uno de estos aparatos depende de la complejidad del contenido de la conversación y no significa seguridad porque la mente permanece ocupada durante la conversación, especialmente cuando se recibe la llamada.

Así, estos informes revelan que se disminuye la atención en mayor medida cuando se recibe una llamada que cuando se hace, ya que mientras en el primer caso el conductor no está preparado para la conversación, en el segundo caso intenta controlar el entorno que le rodea.

Según María Dolores Dancausa, secretaria general de Línea Directa, "en nuestro país hay cerca de 20 millones de móviles y su uso se ha generalizado de tal manera que ya forma parte de nuestras costumbres más cotidianas, lo que influy en que no seamos conscientes del peligro que supone hablar por teléfono mientras estamos al volante".

(SERVIMEDIA)
28 Sep 2002
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