Orlando P.H, que estaba destinado en la comisaría del municipio grancanario de Telde, fue juzgado tras la denuncia que presentó una de sus hijas por agresiones físicas, tras escapar del hogar familiar. El Tribunal considera que el ahora condenado mantvo relaciones sexuales con sus dos hijas desde 1983 hasta 1993.

La sentencia explica que se ha probado que Orlando P.H. comenzó a abusar de su hija mayor cuando ésta tenía 9 años, mientras el agente estaba destinado en Pamplona y aprovechando los momentos en los que la pequeña se encontraba a solas para "satisfacer sus instintos sexuales sometiendo a su hija a tocamientos en su pecho y en sus órganos genitales", afirma el texto.

Según recoge hoy el periódico "Canarias 7", una vez destinado a Las almas de Gran Canaria, comenzó a mantener relaciones sexuales completas con su hija de 15 años. La niña de 13 también atestiguó en el juicio que su padre la había sometido a tocamientos en sus órganos sexuales, aunque no llegó a la penetración.

Según se recoge en la sentencia, las dos menores "han desarrollado una enorme dureza emocional como defensa a las continuas agresiones de su padre", en el que se encuentran "claros trastornos de personalidad con componentes psicopáticos que no suponen una dismiución de sus capacidades intelectivas".

El fiscal había solicitado para el acusado 45 años de prisión por cuatro delitos de agresión sexual y otro de malos tratos, aunque la Sala no estimó que en las violaciones de sus hijas hubiese existido violencia intimidatoria.