Según informó hoy UGT y confirmaron a Servimedia fuentes de Mercadona, la sentencia considera que se ha producido una discriminación por razón de sexo, por lo que entiende que la empresa vulnera un derecho fundamental, pese a que no es preciso motivar las razones del mismo durante el periodo de prueba.

La trabajadora causó baja por enfermedad común debido a su embarazo en julio del pasado año. Fue hospitalizada en noviembre y se le practicó un parto inducido por aborto y permaneció de baja por maternidad hasta diciembre de este año, lo que significa que se encontraba en periodo de prueba de seis meses de un contrato indefinido firmado en el mes de marzo.

La empresa le remitió la comunicación de rescisión de su relación laboral el 19 de noviembre con efectos desde la misma fecha, decisión que fue impugnada por la trabajadora, alegando discriminación, por lo que la empresa dio marcha atrás y notificó a la trabajadora que anulaba el cese.

Sin embargo, la trabajadora mantuvo la denuncia y la sentencia estima ahora que la empresa estaba al tanto de su embarazo, de la baja médica y del aborto que sufrió, por lo que la causa de su despido se debió a su dilatado periodo de baja médica por un embarazo complicado, hecho que manifiesta el carácter de discriminatorio de este despido.