Los hechos ocurrieron el pasado de 24 de octubre cuando Blázquez Martínez fue requerido por dos agentes municipales tras haber doblado la antena de un coche que estaba aparcado en las inmediaciones de la Plaza Mayor de la capital cacereña.

En el momento en que los funionarios tomaban los datos, el individuo se tiró al suelo, comenzó a insultarles y mordió a uno de ellos en el muslo, causándole una herida contusa de la que tuvo que ser atendido sanitariamente.

Los funcionarios precisaron de la ayuda de otros miembros de la Policía Municipal para reducir al jóven e introducirlo en el vehículo policial. Una vez dentro del coche-patrulla, Blázquez Martínez rompió los cristales del vehículo y propinó una patada en la boca a otro agente.

Según la sentencia, el jóve deberá indemnizar al ayuntamiento cacereño con 35.499 pesetas por los daños causados al coche; pagar una multa de 100.000 pesetas por las consecuencias de sus mordeduras.