La Audiencia de Santander considera probado que Francisco Bustamante, Federico Pacheco y Pedro Pelayo, en acto de servicio durante el turno nocturno, abordaron a Félix Garlito, conocido travestido de Santander, la noche del 30 de noviembre, cuando éste se dirigía a su domicilio y le obligaron a introducirse en el vehículo policial por carece en esos momentos de documentación.

Los agentes condenados condujeron a Garlito a las instalaciones que el Cuerpo Municipal de Bomberos tiene en uno de los accesos a Santander, donde le mandaron desnudarse y sentarse en una banqueta para, a continuación, rociarle con el agua a presión de una manguera utilizada por los bomberos para llenar los tanques de los camiones del servicio. Esta operación duró entre cinco y diez minutos, tiempo en el que el joven fue vejado y golpeado en distintas partes de su cerpo, según la sentencia.

Asimismo, la sala considera probado que Francisco Bustamante y Federico Pacheco realizaron un acto similar la noche del 19 de noviembre de 1990 con Francisco Javier Rábago García, más conocido como "La Irune".

Fue precisamente este travestido quien cursó la primera denuncia contra los agentes de la Policía Municipal de Santander al personarse en el cuartel de la Guardia Civil después de la agresión de la que había sido objeto.

Por estos hechos, la Audiencia Provincil de Santander condena a Francisco Bustamante y Federico Pacheco a la pena de cuatro años de suspensión de empleo, así como para cualquier cargo público, por dos delitos de detención ilegal y a 30 días de arresto menor por dos faltas de lesiones.

Por su parte, Pedro Pelayo ha sido condenado a dos años de suspensión de empleo y 15 días de arresto menor como autor de un delito de arresto ilegal y una falta de lesiones.