Según publica hoy el periódico "La Provincia", la violación se produjo en julio del 1992, en una playa del municipio grancanario de Telde, en presencia delos dos hijos de la víctima, de 11 y 9 años.

Los condenados "se abalanzaron sobre ella asiéndola fuertemente y concibieron la idea de penetrarla vaginalmente contra su voluntad para, una vez consumado el primer coito, intercambiar los papeles de forma que Juan Antonio quedó vigilando a los niños", según la sentencia.

La violación se produjo hasta en cuatro ocasiones y cuando finalizaron se apoderaron de un bolso, cámara de fotos y crucifijo de la mujer, a la que advirtieron que no debía denunciarlo ocurrido a la policía.

El tribunal no aceptó el atenuante de delito continuado, lo que habría reducido la pena de manera considerable, y estima, por el contrario, que "existió entre cada cópula forzada por la violencia un cambio de sujeto activo, lo que rompe y hace imposible la pretendida continuidad".