El ponente, José Luis Díaz Roldán, considera probado que González Ortega fue autor de dos robos cometidos en la iglesia de la Virgen del Espino, de Soria, en el mes de enero de 1991, de donde sustrajo numerosos objetos artísticos valorados en cinco millones de pesetas. El juicio se celebró el 23 de marzo.

En la sentencia, Díaz Roldán no admitió las agravantes de "edificio público" y de "valor histórico, artístico o cultural" que solicitó el fscal, por lo que redujo la pena en un año.

El magistrado considera que una iglesia no puede considerarse como un edificio público, porque, según la jurisprudencia, sólo debe admitirse esta condición cuando "por su función se encuentre adscrito a cualquier servicio o fin, de naturaleza civil o militar, y que pertenezcan al Estado, provincia o municipio u otros entes públicos".

Durante el juicio, su abogado solicitó la absolución del procesado y aseguró que dos guardias civiles le indujeron a cometr el delito. Los guardias civiles detuvieron a Luis Fernando González después de que su mujer, Ana María Mozas Lafuente, tratara de venderles en una discoteca los objetos robados.

Mozas Lafuente, que también fue procesada por esta causa y que se encontraba en paradero desconocido el día del juicio, fue detenida en la calle La Cruz, de Madrid, al día siguiente de celebrarse la vista oral.

Ana María Mozas ingresó en la cárcel de Carabanchel (Madrid) el pasado día 25 y la Audiencia Provincial de Sora ha pedido su traslado a la prisión de mujeres de Vilanubla (Valladolid), para que se pueda celebrar el juicio el próximo 29 de abril.