La sentencia, difundida hoy, considera que el escultor conocía la comisión del delito de tenencia ilícita de armas al no tener la correspondiente licencia, si bien acepta la rebaja de la pena prevista para este tipo de delitos, tal como solicitó el fiscal en el juicio, que se celebró el pasado 20 de octubre, sin la asistencia del artista guipuzcoano, de 85 años de edad.

Los hechos por los que Oteiza ha sido condenado ocurrieron el 30 de noviembre de 1991, cuando el escultor acudió a la Clínia San Miguel con su mujer, que se encontraba enferma, y después de esperar varias horas, sacó una pistola de 1934, que estaba cargada, y afirmó que si los médicos no atendían a su mujer "va a haber tiros en la Dirección".

En un registro posterior de su vivienda de Alzuza (Navarra), la policía descubrió otras dos armas y comprobó que el escultor no tenía licencia para utilizarlas. Según explicó en la vista oral su abogado defensor, el presidente del Colegio de Abogados de Pamplona, Angel Ruiz de Erenchn, Oteiza creía que al tener licencia para utilizar una escopeta de caza podía tener otro tipo de armas.