El magistrado no precisa la cuantía de la indemnización, pero en virtud de la Ley del Seguro Privado podría oscilar entre 40 y 60 millones de pesetas. La sentencia será recurrida previsiblemente ante la Audiencia de Santnder.

El paciente es un obrero de la construcción que el 30 de enero de 1991 cayó de un andamio y sufrió un traumatismo vertebral que le ocasionaba fuertes dolores.

El 3 de diciembre de ese mismo año fue operado por el doctor M.V.V. en el Hospital Sanatorio Madrazo de Santander. A consecuencia de la intervención, el afectado padece una parálisis progresiva en la parte inferior de su cuerpo.

Uno de los peritos destacó en el juicio que las secuelas irreversibles que sufre el paciente no se debn a una mala práctica del cirujano, sino a las complicaciones propias de este tipo de intervención quirúrgica.

El juez considera probado que el doctor "no informó debidamente" ni al paciente ni a sus familiares de los peligros que corría al pasar por el quirófano, tal y como obligan el código deontológico y la legislación vigente.