El directivo trabajaba en la entidad bancaria banco Industrial del Sur de Utiel hasta su fusión con el Banco de Madrid, en 1989, donde continuó desarrollando sus funciones de máximo responsable de la oficina.

Los hechos imputados en la sentencia se basan en la concesión de extratipos de interés a clientes que depositaron dinero en la oficina bancaria yque no se anotó en la contabilidad de la entidad.

El Banco de Madrid, como responsable subsidiario, tendrá que devolver 28,5 millones de pesetas a los clientes afectados por la estafa de su ex directivo, según la sentencia.