La sentencia considera probada la intervención intencionada y directa del acusado como autor de un delito de incendio forestal, el 1 de septiembre de 1979.

Lozano deberá pagar, además de los 10 millones de multa (con un aumento sustitutorio de un día por cada 5.000 pesetas), na indemnización por los daños ocasionados, evaluados en 5 millones de pesetas.

En el juicio, celebrado el pasado 24 de abril, declararon nueve testigos, todos ellos vecinos de San Román, que coincidieron en señalar que el condenado permaneció aquel día contemplando las llamas mientras los demás intentaban extinguir el fuego.

Lozano Fernández, que el día del incendio se declaró culpable, rectificó en el juicio, argumentando que su primera versión fue realizada bajo los efectos del alcohol.

E fiscal había pedido una pena de once años de prisión mayor, acorde con las instrucciones cursadas recientemente por la Fiscalía General del Estado a todos los representantes del Ministerio Público para que endureciesen la solicitud de penas por delitos ecológicos.