CONDENADO A UN AÑO DE CARCEL UN SECRETARIO JUDICIAL POR FALSIFICAR PERMISOS DE RESIDENCIA PARA EMIGRANTES MARROQUIES

MADRID
SERVIMEDIA

La sección séptima de la Audiencia de Madrid ha condenado a un año de prisión menor y una multa de 300.000 pesetas a Victoriano Gutiérrez González, secretario del Juzgado de Paz de Becerril de la Sierra, por falsificar certificados de residencia para emigrantes marroquíes. El tribunal ha dictado asimismo sentencia condenatoria por estos mismos hechos para Abdelaziz Belhaj y Nafi El Mostafa, que se encargaban de contactar con ciudadanos magrebíes a los que cobraban una comisión por cada certificado expedido, a los que impone una pena de 3 meses de arresto mayor y 100.000 pesetas de multa.

La sala considera probado que tres súbditos marroquíes viajaron desde Nules (Castellón) a Madrid para contactar en una pensión de la calle Atocha con el procesado El Mostafa, al que ntregaron todos los documentos necesarios para obtener "de forma legal y rápida" sus permisos de residencia.

El Mostafa entregó la documentación a Abdelaziz Belhaj, que la hizo llegar hasta el Juzgado de Paz de Becerril, donde trabajaba Victoriano Gutiérrez, a través de otras personas de nacionalidad marroquí.

El secretario expidió los certificados, haciendo constar que los tres magrebíes residían en la localidad serrana desde 1985. Según la resolución, el secretario realizaba certificaciones falas desde hace 8 ó 10 años.

El Mostafa entregó los permisos falsos a sus destinatarios a los que cobró 20.000 pesetas por certificado, quedándose con una ocmisión de 2.000 pesetas por cada documento, mientras que el resto iba a parar a manos de Belhaj, detenido en febrero de 1991 cuando facilitaba certificados falsos a los interesados.

La forma en que actuaron los procesados hizo pensar al fiscal, que había solicitado 2 años de cárcel para el secretario, que existía una extensa red de contactos qu partía de Castellón, aunque las investigaciones no permitieron confirmar sus sospechas.

El secretario reconoció durante el juicio oral, que se celebró la semana pasada, que facilitó los certificados porque así se lo pidieron algunos musulmanes residentes en la localidad desde hace años, personas que eran de su absoluta confianza por lo que no se molestó en comprobar si los datos eran ciertos.

Sin embargo, la sala estima que el funcionario actuó "con conciencia de que el contenido del documento n reflejaba la realidad" y con la intención de crearlo.

(SERVIMEDIA)
22 Jul 1992
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