El 8 de noviembre de 1990, el ahora condenado, tras una disputa en un bar de Villalba de Alcor (Huelva), asestó varias puñaladas a Andrés Rodríguez, que murió en el acto, y a Manuel Beltrán, que consiguió sobrevivir a las graves herdas.

Aunque la Audiencia ha admitido la circunstancia atenuante de arrepentimiento espontáneo, Gil González cumplirá 13 años de reclusión menor por el homicidio consumado y otros 6 por el frustrado, debido a que, según el fallo, "fue con ánimo de matar".

Cumplida la condena, el asesino no podrá volver en dos años a la localidad de Villalba de Alcor, escenario del suceso, ni a Paterna del Campo (Huelva), donde residía la víctima mortal.

La defensa solicitó la libre absolución de su patrocinad alegando que actuó en legítima defensa. La Audiencia Provincial juzgó estos hechos a mediados del pasado mes, aunque hasta ahora no se ha conocido la sentencia.