La víctima y la persona que acabó con su vida estaban enemistados por la linde que separaba sus tierras y se acusaban el uno al otro de haberla movido para ganar algo más de tierra.

El crimen ocurrió el 4 de abril de 1995 en las afueras de Moeda de Granadilla (Cáeres). Marcelo, que vivía en compañía de su madre, se levantó temprano ese día para acudir a su finca, situada a tres kilómetros del pueblo, y podar los olivos, tarea en la que le acompañaba un amigo, que se iba a quedar con los ramos sobrantes de la poda.

Al llegar a la finca, el amigo de Marcelo comenzó a podar los árboles, mientras éste se alejaba para revisar un plantón que se hallaba junto a la finca del vecino con el que tenía problemas por la tierra.

En aquel momento,, la víctima estaba qumando unos ramos en su finca y al ver a Marcelo ambos comenzaron a discutir. La sentencia del juicio señala que, tras los insultos, pasaron a los golpes, revolcándose por el suelo hasta que Marcelo logró colocarse a horcajadas sobre Daniel, que estaba bocarriba.

Entonces Marcelo aferró su vecino por el cuello con la mano derecha, mientras que con la izquierda le golpeaba la cara. Le apretó el cuello con tal fuerza que al final acabó estrangulándolo. Marcelo ha sido condenado, asimismo, a indemnizar a a madre del fallecido con 13 millones de pesetas.