Los magistrados de la sección, presididos por la juez Ángela Murillo, han encontrado a López Resina culpable de los delitos de terrorismo, utilización ilegítima de vehículo a motor y sustitución de placas de matrícula.

En la sentencia hecha pública hoy se considera probado que en octubre de 1993 López Resina, que formaba parte del "comando Barcelona" de ETA junto con los etarras Felipe San Epifanio, Rosario Ezquerra y Gregorio Vicario Setién, ya condenados por estos hechos, robaron un vehículo en l'Hospitalet del Llobregat y lo prepararon para utilizarlo como coche bomba.

El 23 de octubre de ese año, y tras cargar el coche con 10 kilos de explosivo Amosal, los terroristas dejaron el vehículo en el aparcamiento de la estación de Sants.

Sobre las 15.50 horas de ese día, el diario Egin recibió una llamada en la que una persona en nombre de ETA alertó de la colocación del coche-bomba, a la vez que aportó las características del coche y aseguró que estaba programado para explotar entre las 16.30 y las 16.45 horas.

Poco tiempo después, los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado localizaron el coche, desalojaron la estación, que en ese día, al ser puente, se encontraba concurrida.

Antes de que los técnicos en desactivación de explosivos pudieran llegar hasta el lugar para neutralizar el coche- bomba, este hizo explosión, provocando numerosos daños en la estación y en un hotel contigüo, así como en diversos coches y viviendas.

Además de los 19 años y dos meses de prisión, los magistrados han condenado a López Resina a indemnizar con 27.346 euros al hotel Barcelona Sants, con 1.389 euros a Renfe así como con diferentes sumas de dinero a los propietarios de los vehículos y las viviendas que se vieron afectados por la explosión.