La acusación había pedido una pena de 23 años de prisión, mientras la defensa había pedido la libre absolución alegando defensa legítima.

Los hechos ocurrieron, en el municipio orensano de Parada do Sil, el 13 de mayo del año 94, una noche en la que Antonio Rodicio regresó a su casa en estado de embriaguez y se enfrentó a su mujer empuñando un cucillo.

Nuria Prieto le hizo frente con un machete de picar carne, arma con la que le golpeó repetidas veces en la cabeza hasta causarle la muerte.

El tribunal condenó a Nuria Prieto por un delito de parricidio, aunque aceptó como atenuantes el arrebato y la ofuscación de gran intensidad, debido a malos tratos de que había sido objeto en otras ocasiones.

La condena impone a la condenada el pago de una indemnización de 5 millones de pesetas al hijo del matrimonio. La acusación pedía una indemniación de 15 millones de pesetas.