CONDENAD A PENA DE CARCEL POR ALMACENAR EXCREMENTOS DE CERDO EN SU FINCA SIN AUTORIZACION
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El Tribunal Supremo ha condenado a seis meses de cárcel y 2.981,02 euros (496.000 pesetas) de multa por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente a un agricultor que almacenaba excrementos de cerdo y bovino (purines) en un depósito creado en su propia finca sin la autorización y el sistema de impermeabilización necesarios.
Asimismo, el Alto Tribunal impone un año de prisin al propietario de una empresa de transporte contratada por la administración para la recogida y vertido de purines que, en lugar de llevar a los depósitos comarcales los excrementos recogidos en diversas explotaciones de la comarca, los dejaba en la finca del primer acusado, "perjudicando con ello el equilibrio de los sistemas naturales".
La Sala de lo Penal del Supremo relata que la Unidad Central de Medio Ambiente de la Policía Autónoma catalana descubrió, a principios de 1997, una balsa ilegal siuada en el interior de una finca que se venía utilizando desde hacía diez años para almacenar purines que después eran utilizados por el propietario de la finca.
Estos purines eran transportados y vertidos en la balsa por una empresa que había contratado en 1995 con el Consejo Comarcal de Osona la recogida y transporte de purins de cerdo hasta las balsas propiedad de dicho consejo, por lo que no estaba autorizado para depositarlos en los terrenos de la finca del otro imputado en este caso.
El resonsable de esta empresa de transporte fue condenado por ello por la Audiencia Provincial de Barcelona a un año de cárcel y otros 2.981,02 euros (496.000 pesetas) de multa. Este tribunal condenó al propietario de la finca a arresto de dieciocho fines de semana, que el Supremo amplía a seis meses de prisión.SIN CONTROL SANITARIO
El Alto Tribunal hace suyo el argumento del fiscal en el sentido de que el acusado "no sólo procedió a establecer un depósito de purines, sino que lo hizo sin adoptar las prcauciones necesarias y sin adoptar las autorizaciones administrativas precisas, de tal modo que se trataba de un depósito clandestino y sin posible control sanitario ni ambiental".
Además, añade, "se produjeron salidas y filtraciones del contenido de tal depósito consistente en purines porcinos y bovinos que contienen, según dictámen pericial, microorganismos patógenos capaces de crear riesgos en el medio ambiente". Con ello, aunque no se constataron efectos nocivos concretos, se puso en "grave riesgo el "equilibrio del sistema natural cercano".
(SERVIMEDIA)
03 Ene 2002
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