El Alto Tribunal contesta así al recurso de casación presentado por Mario Conde contra la sentencia de la Audiencia Nacional que le había condenado a seis años de prisión por estos mismos hechos.

El fallo, conocido hoy, estima "parcialmente" la solicitud de Conde y suprime de la conena impuesta por la Audiencia el delito de falsedad en documento mercantil, que el citado órgano judicial había asociado en su condena al delito de apropiación indebida.

La mayoría del tribunal sentenciador estima que la aplicación del nuevo Código Penal en materia de falsedades documentales ha supuesto la despenalización de las llamadas "falsedades ideológicas" cometidas por particulares.

De hecho, en esta cuestión ha radicado la polémica en el tribunal sentenciador, formado por cinco magistrado, y que ha dado lugar a que uno de ellos, Luis Román Puerta, haya incorporado a la sentencia un voto particular.

Para este magistrado, hacer pasar por auténtica una factura falsa está tipificado en el Código Civil como falsedad en documento mercantil.

Sin embargo, el Alto Tribunal ha decidido suprimir de la sentencia este delito. puesto que considera que la factura de los 600 millones no es falsa. ya que aparece el autor de la misma: Johan George Reuchlin, apoderado de la entidad.

Por lo tano, continúa la sentencia, el motivo para no tener en cuenta el delito de falsedad "merece ser acogido en parte", ya que la factura es auténtica y la causa de falsedad "debe considerarse inexistente".

Además de la condena a cuatro años y seis meses de prisión, la sentencia condena a Conde a pagar una indemnización a Banesto de 600 millones de pesetas (la cantidad defraudada) y además deberá abonar una multa de 15 millones de pesetas.