En una entrevista publicada hoy por "El Mundo", declara que a su juicio los abogados "se confiaron". "Cuando uno está muy seguro de que no se ha apropiado un dinero y sabe que ha pagado a unos señores por hacer un trabajo, eso tiene que quedar clarísimo en el juicio".

Arroyo reprocha a su marido haber rectificado "demasiado tarde", con un recurso de casación en el que "no se va al fondo de las pruebas", en lugar de haber solicitado una comisión rogatoria "para aclarar quiénes habían sido los eneficiarios".

En su opinión, el "fracaso" de la defensa se debió a que Conde no se puso en manos de su abogado, con lo que se han perjudicado los dos. "Yo nunca me defendería a mí mismo", indica.

"Mario es abogado del Estado, tiene muchos conocimientos jurídicos y se mete mucho en su defensa", explica. "No deja hacer al abogado. Esto es muy complicado para un jurista".

En cuanto a la posibilidad de que haya sido el "sistema" quien ha acabado hundiendo a su marido, asegura que a todo el "sisema", formado por la clase política, jurídica y financiera, "le vino muy bien cargarse a Mario Conde", y critica que a su marido le detuvieran "como a un delincuente peligrosísimo, de los que en un momento dado pueden ir matando por las esquinas".

"En los últimos años no he visto a nadie en España que lo hayan detenido así", protesta. "He oído que se debía a una posible fuga", pero "en el auto de prisión de mi marido no se dice nada de eso. Es algo absurdo. Desde la sentencia de 'Argentia Trust' tieneun coche de policía que le sigue las 24 horas del día. Veo un poco difícil que se fugue".

La esposa de Conde critica la importancia que se está dando a los delitos financieros, como el "caso Filesa", frente a las leves consecuencias penales que acarrean otro tipo de delitos. "Los delitos económicos se están penando mucho en este país", apunta, "mientras que luego tienes el 'caso Anabel Segura' que es menos tiempo".