Conde, que intervino en la conferencia empresarial organizada por la patronal CEOE, afirmó que "no es razonable que los políticos sean los únicos que puedan opinar sobre la política económica".

A su juicio, el insuficiente desarrollo de la sociedad civil "hace que las declaracions de profesionales y empresarios sean interpretadas en clave de intencionalidad política cuando expresan sus criterios sobre cuestiones que afectan a la sociedad".

Para Conde, cuando un empresario se expresa en público sobre la política económica, "hace valoraciones sobre algo que afecta directamente a su cuenta de resultados y a uno de sus objetivos fundamentales, que es la creación de riqueza".

El presidente de Banesto señaló que es necesario un debate sobre el papel del Estado en la sociedad,fin de redefinir los criterios sobre la intervención de los poderes públicos, que se mostró partidario de reducir.

Por su parte, el ex presidente de la Asociación Española de Banca, Rafael Termes, manifestó que, para mejorar la competitividad, no se deben controlar los salarios ni los beneficios empresariales, y dejar que los fijes el libre mercado.