De la Concha pasó largas horas en la celda "leyendo la documentación que le pasaba su abogado", Miguel Bajo, que en su condición de letrado le visitó frecuentemente durnte los días que ha estado encarcelado.

Desde su ingreso en Alcalá Meco, De la Concha estuvo en un módulo propio, comiendo en su propia celda y sin acudir a los espacios comunes de los presos, como la biblioteca y el salón de actos.

Salió poco al patio, por el que en los primeros días del encarcelamiento dio algunos paseos acompañado del que entonces era compañero de reclusión, el ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio.

De la Concha ha realizado la vida normal de un presidiario, conla única excepción de que se le permitió, para evitar agresiones, vivir en un régimen de aislamiento que normalmente sólo se aplica con fines punitivos.

Además, el ex síndico pudo ver la televisión en su celda, una vez solicitada por la vía reglamentaria, ya que en primera instancia le fue retirada al haber sido introducida sin pedir permiso por la vía reglamentaria.