El presidente de esta organización, Antonio Romero, sostuvo hoy en rueda de prensa que "el Plan Vive, tal y como está, no va a funcionar" debido a la desconfianza del mercado y a que, aunque es un plan positivo desde el punto de vista medioambiental y económico, "no se esperaba que los bancos restringieran tanto el crédito" en los últimos meses.

Según Romero, el Gobierno se mostró ayer flexible, receptivo y "con más disposición que nunca para tomar medidas estructurales". La federación también se ha reunido con el Ministerio de Economía, en el que han percibido "una actitud mucho más abierta que en años anteriores".

La propuesta de Faconauto para cambiar el Plan Vive pasa por acercarlo más a lo que fue el Plan Prever y que, de este modo, afecte no sólo a los vehículos de más de 15 años (a cuyos propietarios los bancos suelen negar el crédito, según Faconauto), sino a los de más de 10 años.

En este sentido, la organización estima que la cifra de 10 años "está en la calle" desde que se puso en marcha el Prever. Por ello, pretender alargarla hasta 15 años equivale a "condenar al plan al fracaso".

Además, Faconauto plantea elevar hasta los 160 gramos de CO2 por kilómetro el límite de emisiones de los vehículos nuevos que se pueden acoger al plan, desde los actuales 120 gramos que contempla el mismo (sólo el 20% de los vehículos que se matriculan despiden estas emisiones).

Otra de las novedades de su propuesta es que se ofrezca una subvención directa al achatarramiento, con una dotación de 1.000 euros para compra de vehículos nuevos y otra de 900 para vehículos usados (de menos de tres años).

Esta se trasladaría al cliente mediante una bonificación del vendedor en la factura de compra del vehículo, a deducir en los pagos a cuenta del Impuesto de Sociedades y del IVA, por el sistema de cuenta corriente tributaria con liquidaciones mensuales.

De este modo, apuntó Romero, "el sistema se alimenta solo" y "las arcas públicas se beneficiarían en términos impositivos del rediseño del Plan Vive" con unos ingresos adicionales de 116 millones de euros en concepto de IVA e impuesto de matriculación por la demanda adicional de vehículos nuevos y de 135 millones por la compra adicional de vehículos usados.

Según datos de los concesionarios, si bien este programa representa un coste aproximado de 521 millones de euros anuales para el erario público, también permitiría a Hacienda ingresar más de 772 millones en concepto de impuestos, por lo que el balance fiscal sería de 251 millones para la Agencia Tributaria.

VEHÍCULOS INDUSTRIALES

Por otro lado, el proyecto de Faconauto pasa por que el Plan Vive también incluya al segmento de los vehículos comerciales, a partir de siete años de antigüedad, de hasta 12 toneladas de peso. Así, este tipo de vehículos, que son los que están registrando una mayor caída del mercado, podrían beneficiarse también de estas ayudas.

Según Antonio Romero, si se disña y se aprueba un plan de estas características, el parque objetivo a renovar duplicaría el actualmente previsto en el Plan Vive, llegando a los 6.805.783 vehículos, lo que supone casi un tercio del mercado español.

Por otro lado, Romero auguró que los meses de octubre y noviembre serán "malos y complicados" para los concesionarios, y seguirán la tónica de los últimos meses, de modo que el año puede cerrarse con una caída de las ventas cercana al 25%, frente a 2007.

A pesar de esta caída de ventas, es "sorprendente", a su juicio, el hecho de que "muy ocos" concesionarios han cerrado y "no está habiendo muchos despidos". Algo que atribuyó al hecho de que, el de los concesionarios, es "un sector sólido, aunque no líquido".

Faconauto, que da por sentado que el actual Plan Vive no es efectivo ni viable, prevé seguir manteniendo reuniones con el Ministerio para que el nuevo plan esté en marcha el próximo 1 de enero de 2009 y, a lo largo de ese año, la cifra de ventas d elos concesionarios se incremente un 10%.

Según indicó el secretario general de Faconauto, Blas Vives, se trata de que el Plan sea "una medida de choque", no muy prolongada en el tiempo, para logar el efecto más positivo y dinamizador en el mercado. En su opinión, la duración ideal del plan sería de un año.