LOS CONCESIONARIOS PIDEN MENOS IMPUESTOS PARA EL AUTOMOVIL Y MAS FLEXIBILIDAD LABORAL
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Los máximos responsables de los concesionarios de automóviles españoles coincidieron hoy en que la rigidez del mercado de trabajo y la elevada fiscalidad que soporta el automóvil son los principales problemas del sector, que hacen todavía más difícil afrontar la crisis económica que vive todo el país y que, como es lógico, también está afectando a este sector.
Los presidentes de las principales redes de concesionarios integradas en la patronal Faconauto participaron hoy en el III Conreso Nacional de la Distribución de la Automoción, que se celebra en Madrid, e hicieron un análisis de los problemas que atraviesa el sector.
El presidente de Faconauto, Francisco Manuel Salazar Simpson, indicó que el sector de automoción atraviesa una situación muy "preocupante", como consecuencia de la caída de las ventas de coches (25,2 por ciento en lo que va de año) y de la facturación (-40 por ciento).
Salazar explicó que esta caída de la facturación se debe en parte a la guerra comercial qe mantienen los concesionarios, con unas rebajas y ofertas para atraer cuota de mercado que reducen el margen de beneficio al mínimo e incluso lleva en algunos casos a vender por debajo de costes.
Según Salazar, este año se perderán alrededor de 50.000 empleos en el sector de distribución de vehículos y los concesionarios, en su conjunto, cerrarán 1993 con pérdidas, aunque indicó que "no serán excesivas". Agregó que este año los concesionarios perderán alrededor de un 0,5 por ciento de rentabilidad sore el volumen de ventas.
El responsable de Faconauto insistió en la necesidad de activar la demanda de coches, ya sea por la vía de la reducción de los tipos de interés o a través de medidas fiscales. Destacó la necesidad de reducir la elevada fiscalidad que soporta el automóvil y de llevar a cabo una urgente regularización de los balances.
La rigidez del mercado laboral es otro de los grandes problemas del sector, según Salazar, que destacó la necesidad de que "el despido y la contratación sea ms fácil". "No se puede tratar igual a una multinacional que a un concesionario. Con los márgenes que tenemos no podemos afrontar reestructuraciones laborales y las empresas entran en quiebra", explicó.
A este respecto, indicó que la reforma del mercado laboral que plantea el Gobierno es "confusa" e insuficiente para su sector. Se preguntó cómo un juez podrá valorar si el despido de dos personas en una empresa de una plantilla de 30 trabajadores es individual o colectivo. "Tememos que volveremos al sisema antiguo y serán despidos individuales", agregó.
CAIDA DE LA RENTABILIDAD
En la misma línea se manifestaron los responsables de los concesionarios. Tomás Martínez, presidente de la red de Peugeot; José Luís Alapont, de Fasa-Renault, Pedro Vila, de Ford; Agustín de Grandes, de Opel-General Motors; Jesús Jiménez, de Mercedes Benz, y Moisés Alonso, de Nissan, pidieron una legislación laboral más flexible que permita adaptar las plantillas a las circunstancias actuales del mercado.
Todos coincideron en que la caída de la facturación y el descenso de la rentabilidad ha sido la tónica general en los últimos años en sus redes de concesionarios, así como en que el automóvil soporta unos impuestos "desproporcionados".
También expresaron su preocupación por la posible desaparición en julio de 1995 del reglamento sobre distribución selectiva en el sector, lo que, en su opinión, ocasionaria graves problemas al sector.
Muchos de ellos, especialmente Tomás Martínez, Julio Rodríguez, Agustín de Grndes, destacaron el exceso de competencia que hay entre los concesionarios, que lleva a lanzar ofertas que reducen los márgenes al mínimo, e insistieron en la necesidad de parar esta dinámica que llevará a los concesionarios, a juicio del representante de Peugeot, "al suicidio colectivo".
(SERVIMEDIA)
25 Nov 1993
NLV