Según Faconauto, con este traspaso de competencias el Estado dejará de recaudar cerca de un 15%, lo que conllevará, a su vez, una reducción de las aportaciones que realiza a las Administraciones Autonómicas, obligando a éstas a incrementar la presión fiscal por "alguna vía" para compensar esa pérdida de recaudación.

La patronal de los concesionarios asegura que no es la primera vez que un "ajuste" en el sistema de tributación se ha convertido en una subida de los impuestos indirectos.

Para el presidente de Faconauto, Antonio Romero-Haupold, "los impuestos más fáciles de incrementar y que despiertan menor impopularidad entre los ciudadanos son los indirectos que gravan el alcohol, el tabaco y los carburantes. La subida del impuesto de matriculación también es muy tentadora ya que, a diferencia de otros tributos, permite a la Administración comenzar a recaudar desde el primer día de su entrada en vigor".

No obstante, la patronal considera que la decisión de incrementar el impuesto de matriculación colisionaría con las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea, que durante el último año se ha decantado por un modelo impositivo que grave el uso del vehículo y no la compra del mismo.